Semana del 12 al 16 de febrero de 2024

 ¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?

Proponemos que, en algún momento de la semana, antes del comienzo de la oración de la mañana y con el objetivo de trabajar la interioridad, trabajemos con los alumnos algunas actividades pensadas para aprender técnicas de relajación o de toma de conciencia de su propio yo…

Esta semana proponemos realizar una visualización. Mientras lo hacemos podemos poner música tranquila de fondo:




Nos sentamos buscando una postura cómoda… Cerramos los ojos y respiramos despacio, con calma…  Escuchamos tranquilos la música… Respiramos profundamente y muy despacio… Cogemos aire por la nariz… lo mantenemos un instante… lo soltamos lentamente por la boca.

Imagina que estás paseando por un prado… Puedes ver el suelo, lleno de hierba… Notas lo blando que es… Te sientes cómodo caminando sobre esa hierba…

En medio del prado hay un árbol muy grande, con muchas hojas… Tiene el tronco grueso y muchas ramas… Sus hojas son verdes… Mira a ver si ves sus frutos…

Ahora descubres que hay un pequeño caracol sobre una piedra en el suelo… Tiene la concha rayada… Su cuerpo es blando, marrón y tiene unos pequeños cuernecitos… Está muy tranquilo comiendo…

Vuelve a disfrutar plácidamente del paisaje… Respira tranquilo un minuto más…

Lentamente abrimos los ojos y estiramos hacia adelante los brazos juntando las manos…

Preguntamos cómo se han sentido y pedimos que recuerden los elementos visualizados (pueden contar cuáles eran los frutos en el árbol que imaginaron y qué comía el caracol).

 


  

  


LECTURA: JESÚS Y EL LEPROSO (cf. Mc 1, 40-45)

Había por aquel tiempo un chico que tenía lepra. La lepra era una enfermedad muy mala. Se te ponía toda la piel cubierta de llagas. Y a los leprosos nadie los quería. Decían que era un castigo de Dios, les hacían ir con una campana. Y cuando estaban cerca, todo el mundo se alejaba. El chico llegó cerca de Jesús.

Pero Jesús no se alejó, le esperó. El chico le dijo a Jesús: “Si quieres, puedes limpiarme”. Y Jesús, en lugar de rechazarlo, le tomó la mano. ¿Te imaginas? Nadie le había tocado desde hacía años, ni una caricia, ni un abrazo. Pero Jesús le tocó y le dijo: “Sí, claro que quiero, queda limpio”. Y de golpe, el chico se miró el brazo, y luego todo el cuerpo, y estaba sano. ¡Vaya sonrisa se le puso! Jesús, que quería pasar desapercibido, le pidió que no lo dijera por ahí, solo en el templo. Pero el chico estaba tan feliz que empezó a contárselo a todo el mundo. La fama de Jesús seguía creciendo, y mucha gente acudía a él…



 

 

REFLEXIÓN

- En esta historia, vemos cómo Jesús hizo algo muy especial por un chico que estaba enfermo. Aunque muchas personas se alejaban de él, Jesús lo miró con amor y lo tocó, y eso hizo que el chico se sintiera feliz y sano.

- Jesús nos enseña que debemos cuidar y ayudar a las personas que se sienten solas.

- ¿Qué podemos hacer nosotros para ayudar a alguien que se siente solo o triste?

¿Cómo podemos ser amables con los demás, al igual que Jesús lo fue con el chico de la historia?

 

CANCIÓN: NO, NO, NO



 

ORACIÓN:

Jesús,

cuida a mis amigos.

Tú sabes

cuándo necesitan tu cariño.

Si tienen cansancio,

dales fuerzas.

Si tienen miedo,

llénales de tu Amor.

Y regálales la Paz,

cuando la necesiten.

 

CUENTO: EL NIÑO QUE NO QUERÍA SER AZUL Y LA NIÑA QUE NO QUERÍA SER ROSA


 

ORACIÓN:

Jesús,

queremos ser amigos tuyos de verdad

y queremos ser amigos de todos.

Te damos las gracias

porque estás con nosotros,

porque nos ayudas a estar unidos,

a querernos y a querer a todos.