Semana del 18 al 22 de marzo de 2024

 

¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?

 

Proponemos que, en algún momento de la semana, antes del comienzo de la oración de la mañana y con el objetivo de trabajar la interioridad, trabajemos con los alumnos algunas actividades pensadas para aprender técnicas de relajación o de toma de conciencia de su propio yo…

Podemos poner música tranquila mientras llevamos a cabo esta relajación: 



Nos colocamos en una posición cómoda… Podemos tumbarnos, boca arriba, con las manos sobre la tripa. Cerramos los ojos y respiramos profundamente… Sentimos cómo nuestra respiración se va haciendo cada vez más tranquila… Nos concentramos sólo en nuestra respiración…

Imagina que eres una burbuja que flota en el aire… subes hacia lo alto cuando coges aire lenta y profundamente… Subes por encima del colegio y lo ves desde lo alto…. Subes por encima del patio, de los árboles… Ahora vas bajando… lentamente… hacia el césped del parque…

Continúa respirando lenta y profundamente…

Ahora eres una hoja que se ha caído del árbol… subes cuando inspiras… y estás por encima de los árboles… sigues cogiendo aire lentamente y subes por encima de los tejados… al soltar el aire, bajas lentamente… hasta un balcón…

Continúa respirando despacio… disfruta de la sensación… Sigue respirando profundamente mientras escuchas la música… Poco a poco abre los ojos, siéntate, estira los brazos…



 


LECTURA: SOMOS SEMILLA (cf. Jn. 12, 20-23)


Mucha gente iba conociendo a Jesús. Y querían acercarse a él. Los discípulos se encargaban de ayudar a la gente a llegar hasta él. Ellos estaban muy contentos de ver que Jesús era aceptado, y que la gente le quería. Pero Jesús se dio cuenta de que se equivocaban, porque solo valoraban la fama, el éxito y los aplausos, así que les puso un ejemplo:

Mirad, cuando queremos que crezca una planta, primero plantamos una semilla que tiene que dar un fruto. Al principio la semilla queda enterrada, y nadie la ve, ni siquiera se dan cuenta de que está ahí. Y solo mucho después empieza a crecer y a asomar la planta y el fruto. Pues con el Reino de Dios pasa lo mismo. Hay muchas cosas que no se ven, y no se aplauden. El amor, muchas veces, es humilde y no va por ahí presumiendo. Y la persona generosa no recibe inmediatamente la paga por lo que da. Y yo, también tendré que pasar por el silencio y el rechazo, aunque ahora no lo penséis. Ellos estaban sorprendidos, y no terminaban de entender todo lo que Jesús les decía.



  

REFLEXIÓN:

- Jesús les contó a sus amigos que el Reino de Dios es como una semilla que crece en silencio antes de dar frutos.

- A veces, las cosas importantes no se ven de inmediato, como el amor y la generosidad.

- Aunque Jesús no buscaba la fama y los aplausos, él sabía que lo más valioso es hacer el bien y amar a los demás, incluso aunque nadie se entere de que lo hemos hecho nosotros. ¿Te gustaría ser como la semilla y crecer haciendo cosas buenas, aunque no siempre se vean?

 

 CANCIÓN: HOSANNA HOSANNA ROCK



ORACIÓN:


Buenos días Jesús,

te doy gracias

por este nuevo día para compartir.

Gracias por el sol

que nos alumbra y da calor.

Gracias por el agua,

por los animales,

por mis amigos.

Gracias por todo Jesús.

 

 CUENTO: ANDREX EL VEGANOSAURIO




ORACIÓN:

Jesús,

sé que a veces

no hago las cosas

como tú me has enseñado.

 Pero también sé

que me quieres mucho.

Perdóname y ayúdame

 a no volver a portarme así.

 

  

 

LECTURA: Entrada triunfal en Jerusalén (cf. Lc. 19, 28-40)


Jesús iba a Jerusalén. Al llegar a un sitiode las afueras, dijo a dos de los discípulos:

“Adelantaos y entrad en ese pueblo que está ahí enfrente. Encontraréis un asno atado, traedlo y si os preguntan decid que es para mí”. Lo hicieron así. Cuando trajeron el asno, Jesús se montó en él, y entró por fin en Jerusalén. La gente lo recibía como a un rey, agitando ramos de olivo y poniendo mantos sobre el camino para que los pisara. Todos contaban las maravillas que le habían visto hacer, y decían: “Bendito sea el rey que viene en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en las alturas”.