Semana del 25 al 29 de noviembre de 2024
¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?
Proponemos que, en algún momento de la semana,
antes del comienzo de la oración de la mañana y con el objetivo de trabajar la interioridad,
trabajemos con los alumnos algunas actividades pensadas para aprender técnicas
de relajación o de toma de conciencia de su propio yo… Proponemos dos
actividades para dos momentos distintos a lo largo de la semana:
La
primera propuesta consiste en una visualización, con la que pretendemos tomar conciencia de
nuestro propio cuerpo, en concreto del estómago. Mientras lo hacemos podemos
poner música tranquila de fondo:
Nos tumbamos buscando una postura cómoda… Cerramos
los ojos y respiramos despacio, con calma…
Escuchamos tranquilos la música… Respiramos profundamente y muy
despacio… Cogemos aire por la nariz… lo mantenemos un instante… lo soltamos
lentamente por la boca.
Imagina que estás tumbado sobre la hierba, tomando
el sol. Estás muy cómodo y muy relajado. De repente, oyes un pequeño estruendo,
son los pasos de algo grande que se dirige hacia ti. En un elefante, el elefante
avanza rápido, velozmente, sin mirar por dónde pisa. Está muy cerca de ti, no
tienes tiempo de escapar. La única solución es poner tenso el estómago,
tensarlo tanto que parezca de piedra; así cuando el elefante ponga su pie
encima de ti estarás protegido. Tensa bien tu estómago, nota como tu estómago
se pone duro, realmente duro. Aguanta así, el elefante está a punto de pasar.
Mira, parece que ya está apoyando su pie… ¡Vaya!, el elefante ha salido
corriendo en otra dirección. Estás a salvo. Ya puedes descansar y relajarte.
Deja tu estómago blandito. Lo más blandito y relajado que puedas. ¡Muy bien!
Ahora te sientes mucho mejor, relajado y descansado. Siente la diferencia entre
el estómago tenso y el estómago relajado, ¿a qué ahora te sientes mucho mejor?
El ejercicio se repite dos veces. Lentamente abrimos los ojos y nos sentamos.
Estiramos hacia adelante los brazos juntando las manos…
La
segunda propuesta se llama el Juego de la Serpiente, y nos puede ayudar a
concentrarnos a través de la respiración. Para llevarla a cabo, sentaremos a los niños en una silla indicándoles que
deben tener la espalda recta.
Deben poner sus manos en el abdomen y centrarse en
las instrucciones que vamos a darles: Deberán coger aire en profundidad por la
nariz durante 4 segundos. Podemos contar el tiempo por ellos notando a su vez
cómo se hinchan sus vientres.
Después, deben dejar ir ese aire mientras hacen el
sonido de la serpiente. Debe ser un siseo sonoro que durará todo lo que ellos
puedan. Repetimos varias veces, hasta sentirnos relajados.
LECTURA: JESÚS, UN REY MUY ESPECIAL (cf. Mt. 25, 31-46)
Ayer fue el último domingo del año de la Iglesia, y celebramos a Jesús como nuestro Rey. Pronto vamos a comenzar un tiempo muy especial llamado Adviento, que es cuando nos preparamos para la llegada de Jesús en Navidad.
Este domingo, Jesús contó una historia para enseñarnos algo muy importante. Dijo que cuando nos encontremos con Dios, será como una gran fiesta. Dios llamará a algunas personas a su derecha y les dirá: "Venid conmigo, porque cuando tuve hambre, me distéis de comer. Cuando tuve sed, me distéis de beber. Cuando estuve solo o enfermo, vinistéis a verme."
Ellos
estarán sorprendidos y preguntarán: "¿Cuándo hicimos todo eso?" Y
Dios les responderá: "Cada vez que lo hicísteis con alguien que lo necesitaba, me estábais ayudando a mí."
CANCIÓN: AMAOS
CUENTO:
ERIZO Y CONEJO: LA NUBE JUGUETONA