Semana del 2 al 6 de diciembre de 2024
Proponemos que, en algún momento de la semana,
antes del comienzo de la oración de la mañana y con el objetivo de trabajar la
interioridad, trabajemos con los alumnos algunas actividades pensadas para
aprender técnicas de relajación o de toma de conciencia de su propio yo…
Proponemos dos actividades para dos momentos distintos a lo largo de la semana:
En la
primera actividad, proponemos tomar conciencia de nuestro propio cuerpo, en
concreto del estómago.
Mientras lo hacemos podemos poner música tranquila de fondo:
Nos tumbamos buscando una postura cómoda… Cerramos
los ojos y respiramos despacio, con calma…
Escuchamos tranquilos la música… Respiramos profundamente y muy
despacio… Cogemos aire por la nariz… lo mantenemos un instante… lo soltamos
lentamente por la boca.
Imagina que estás paseando por el bosque. Frente a
nosotros hay un fantástico lugar al que queremos entrar. Hierba muy verde, un
hermoso estanque donde podremos darnos un baño. El problema es que, para poder
pasar, debemos atravesar una valla muy estrecha. Es tan estrecha que no crees
que puedas lograrlo. La única forma de hacerlo es meter tu estómago todo lo que
puedas. Hacerlo tan delgadito que consigas que tu cuerpo consiga atravesar la
valla. Trata de meter hacia adentro todo lo que puedas tu estómago. Mételo lo
más que puedas, que llegue casi a tocar la columna. ¡Venga, un poco más de
esfuerzo! Déjalo muy metido, con todas tus fuerzas. Estás a punto de
conseguirlo, no te desanimes. Muy bien, has conseguido atravesar la valla. Ya
está al otro lado. Deja tu estómago flojo. Relájate. Vuelve a tu posición
normal. Siente qué bien estás, qué relajado.
Podemos realizar este ejercicio dos veces.
Lentamente abrimos los ojos y nos sentamos. Estiramos hacia adelante los brazos
juntando las manos…
Para hinchar el globo, deben coger aire por la
nariz y después exhalarlo, frunciendo los labios, como si tuvieran en la boca
ese globo de colores gigante. Deben imaginar cómo se hincha y cómo se va
haciendo cada vez más grande.
María tarareaba una cancioncilla mientras barría y limpiaba su casa en Nazaret. Era muy feliz. Estaba pensando en el día de su boda. María iba a casarse con José, que era carpintero. María estaba tan ocupada en sus pensamientos que se sobresaltó al oír aquella voz. Se giró para mirar… Y sus ojos sagrandaron por la sorpresa. Allí junto a la puerta, de pie,
¡había un ángel rodeado de luz!
María sabía que Dios enviaba a los ángeles cuando tenía algo especial que
decir, pero ella no esperaba ver nunca a ninguno. El ángel Gabriel se quedó
allí de pie un momento. No quería asustarla.
- Te traigo buenas noticias, María –le dijo el ángel suavemente. Dios
tiene un plan maravillosos para ti. Vas a tener un niño muy especial. Se
llamará Jesús y será el Rey prometido por Dios. El mismo Dios será su padre.
María se frotó los ojos a causa de la sorpresa y dijo suavemente:
- Seré feliz haciendo lo que Dios quiera.
Y entonces, tan rápido como había venido, el ángel Gabriel se marchó.
ORACIÓN
María,
te pido en
estos días,
que las
personas no tengan
hambre, ni
frío,
ni se
pongan malitas.
Que haya
ilusión y
esperanza
en todo el
mundo.
CUENTO: NO QUIERO SER UNA RANA
Papá Dios,
En este adviento
queremos aprender a perdonar
Queremos paz y alegría
para todos cada día