Semana del 20 al 24 de enero de 2025

¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?

Proponemos que, en algún momento de la semana, antes del comienzo de la oración de la mañana y con el objetivo de trabajar la interioridad, realicemos estas dos propuestas:

La primera propuesta de esta semana es utilizar la técnica del lazy eight: Podemos utilizar una plantilla para cada niño (dibujando un 8 tumbado en un folio), de forma que la tengan a mano para poder utilizar esta técnica en otro momento

Podemos poner música tranquila mientras realizamos esta técnica:

Cerramos los ojos y nos sentamos cómodamente en el suelo. Respiramos hondo y comprobamos como entra y sale el aire por la nariz y por la boca. Se les pide que respiren profundamente, con los ojos cerrados… Creamos un ambiente tranquilo.

La idea es que el niño recorrerá la plantilla con el dedo mientras va enfocando su respiración; en la primera parte del ocho inhalará aire y en la segunda exhalará aire.

Seguimos respirando unos instantes más. Finalmente, se les preguntará cómo se han sentido.

En segundo lugar, hacer una relajación alternando ejercicios de tensión y de relajación.

En esta ocasión, lo realizaremos en los brazos y manos. Cerramos los ojos, respiramos profundamente mientras escuchamos la música tranquila. Nos hacemos conscientes de nuestra respiración, de cómo entra y sale el aire, despacio, por nuestra nariz. Imaginamos que nuestros brazos dejan de ser de carne y se convierten en los brazos de un robot, y son de hierro. Estiramos como si lo fueran y mantenemos la tensión unos 7 segundos. Después, el brazo se suelta, y se relaja como si no tuviera fuerza y pesara mucho. Repetimos el ejercicio mientras seguimos respirando.

LECTURA: LAS BODAS DE CANÁ (cf. Jn. 2, 1-12)

Jesús y su madre María fueron a la boda de unos amigos que se celebraba en un pueblo llamado Caná. Todos estaban muy contentos celebrando el banquete, cuando de pronto, María se dio cuenta de que se había acabado el vino. Entonces María fue a hablar con Jesús: "Jesús, se ha terminado el vino". María le pidió a Jesús que hiciera algo para que la fiesta pudiera continuar y los novios siguieran felices. Jesús buscó y a los hombres encargados de servir el vino y les dijo: "Llenad esas seis tinajas de agua".

Y los hombres comenzaron a llenar las tinajas. Cuando estaban terminando Jesús les pidió que probaran el agua. ¡Qué sorpresa! Ya no era agua sino un vino riquísimo. El banquete pudo continuar con la alegría de todos y en especial de los novios, que no pararon de dar las gracias a Jesús y a María.