Semana del 17 al 21 de febrero de 2025
¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?
Proponemos
que, en algún momento de la semana, antes del comienzo de la oración de la
mañana y con el objetivo de trabajar la interioridad, realicemos estas dos
propuestas:
La primera propuesta de esta semana, consiste en llevar a cabo unos ejercicios de relajación: Podemos poner música tranquila:
Se trata de
unos ejercicios de tensión-relajación de las diferentes partes del cuerpo.
Deben hacerse repitiendo cada ejercicio tres veces con descansos de unos
segundos entre ellos:
Brazos y
manos: contraer, sin mover, primero un brazo y luego el otro con el puño
apretado, notando la tensión, y relajar lentamente.
Frente:
arrugar unos segundos y relajar. Nariz: arrugar unos segundos y relajar.
Boca: sonreír
ampliamente y relajar. Sigue respirando profundamente mientras escuchas la
música… Poco a poco abre los ojos, siéntate, estira los brazos…
Se trata de
unos ejercicios de tensión-relajación de algunas partes del cuerpo. Deben
hacerse repitiendo cada ejercicio tres veces con descansos de unos segundos
entre ellos:
Cuello:
flexionar hacia atrás y volver a la posición inicial. Flexionar hacia adelante
y volver a la posición inicial lentamente.
Piernas:
estirar primero una pierna y después la otra levantando el pie hacia arriba;
relajar lentamente.
Imagina que
estás en un lugar que te guste… Imagina lo que ves… y disfruta de la
sensación…Sigue respirando profundamente mientras escuchas la música… Poco a
poco abre los ojos, siéntate, estira los brazos…
LECTURA: LAS BIENAVENTURANZAS (cf. Mt. 5, 2-12)
Jesús decía cosas tan importantes y hablaba al corazón de tal modo que, muchos, se reunían junto a él para escucharle. Sus palabras eran nuevas, y su modo de hablar era tan original que resultaba convencer a muchos de los que le escuchaban. Decía, por ejemplo: Seréis felices si no hacéis del dinero lo más importante para vivir. Desead mucho (eso es tener hambre y sed) la justicia y la paz. Que vuestro corazón sea tan sensible como para llorar con los que sufren. No tengáis miedo a quienes os puedan amenazar por ser amigos míos.
Jesús,
Te doy gracias por mis amigos.
Les quiero mucho.
Protégelos y cuídalos.
Acompáñalos siempre
de día, de noche
y en todas partes.
CUENTO: MÍO
ORACIÓN
Querido Papá Dios,
cuando me enfado
me invitas a que se me pase;
cuando me pongo triste,
me animas por dentro.
Gracias, Padre Dios.