Semana del 24 al 28 de febrero de 2025
¡Buenos días! Antes de comenzar la
oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional...
¿Cómo te sientes hoy?
Proponemos
que, en algún momento de la semana, antes del comienzo de la oración de la
mañana y con el objetivo de trabajar la interioridad, realicemos estas dos
propuestas:
La primera propuesta es realizar una visualización. Mientras lo hacemos podemos poner música tranquila de fondo:
Nos sentamos buscando una postura cómoda…
Cerramos los ojos y respiramos despacio, con calma… Escuchamos tranquilos la música… Respiramos profundamente y muy despacio… Cogemos aire por la nariz… lo mantenemos un instante… lo soltamos lentamente por la boca. Imagina que estás cerca del mar… Y ves un barco velero que no está demasiado lejos… Está navegando muy despacio, sobre el agua del mar. Tiene dos grandes velas, blancas… Desde donde estás se puede ver el dibujo que hay en las dos velas… Vuelve a disfrutar plácidamente del paisaje… Respira tranquilo un minuto más…
Lentamente
abrimos los ojos y estiramos hacia adelante los brazos juntando las manos…
Preguntamos
cómo se han sentido y pedimos que recuerden los elementos visualizados
En segundo lugar, realizaremos otra propuesta
de visualización: También podemos realizarla con música
tranquila de fondo. Nos sentamos buscando una postura cómoda… Cerramos los ojos
y respiramos despacio, con calma…
Escuchamos tranquilos la música… Respiramos profundamente y muy
despacio… Cogemos aire por la nariz… lo mantenemos un instante… lo soltamos
lentamente por la boca. Imagina que estás tumbado en un prado verde, mirando al
cielo… y te fijas en las nubes, en cómo se mueven por el viento y cambian de forma…
Fíjate en esas formas… ¿te gustan? Respira tranquilo un minuto más…
Lentamente
abrimos los ojos y estiramos hacia adelante los brazos juntando las manos…
Preguntamos
cómo se han sentido y pedimos que recuerden los elementos visualizados
LECTURA: AMOR A LOS ENEMIGOS (cf. Lc. 6, 27-38)
Jesús invita a sus amigos a tener un corazón grande, parecido al de Dios Padre. Un corazón capaz de prestar algo a quien necesite ayuda, aunque no pueda devolverlo; o dispuesto a hacer el bien a quien te hace mal, o a hablar bien de los que hablan mal de ti. Porque amar a quien te ama, hablar bien de quien habla bien de ti y prestar a quien te lo puede devolver, ¿qué mérito tiene? Eso lo hace cualquiera. Hay una frase de Jesús preciosa, con la que anima a sus seguidores a ser buenos: “Tratad a los demás como queréis que ellos os traten”.
CUENTO: GRUÑÓN
Jesús, enséñame a ser generoso,
a compartir lo que tengo,
a ayudar a los demás,
enséñame a no hacer daño a nadie,
enséñame a perdonar.
Jesús, enséñame
a amar como tú.
CANCIÓN: AMAR UNOS A OTROS
ORACIÓN:
Jesús,
quiero
esforzarme y trabajar
para crecer
por dentro y
por fuera
para, cuando
sea mayor,
ayudar a
crecer a otros niños.