Semana del 12 al 16 de mayo
¡Buenos días! Antes de comenzar la
oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional...
¿Cómo te sientes hoy?
Proponemos
que, en algún momento de la semana, antes del comienzo de la oración de la mañana
y con el objetivo de trabajar la interioridad, realicemos estas dos propuestas:
La primera es una relajación, mientras escuchamos una música tranquila:
Cerramos los
ojos y respiramos profundamente… Sentimos cómo entra el aire al inspirar y como
sale al espirar…
Nos ponemos
de pie con la espalda recta las piernas paralelas y los pies apoyados en el
suelo. Ponemos las manos a la altura del pecho. Las yemas de los 3 dedos
centrales se tocan ligeramente. Vamos a evocar en esta relajación una puerta de
2 hojas que se abre y por la que entra un aire fresco y saludable. Lo hacemos
en tres tiempos.
1.
Inspiramos por la nariz los antebrazos se
abren lentamente hasta colocar las manos una frente a otra. Los hombros están
hacia atrás y los codos permanecen pegados a los costados.
2.
Detenemos la respiración y contamos hasta 4.
Después espiramos lentamente.
3.
Mientras espiramos, los brazos se cierran
hasta volver a la posición inicial. Debemos hacer este movimiento mucho más
lento que el que hacemos al inspirar.
Repítelo
lentamente 5 veces…
Después
seguimos unos instantes tranquilos mientras escuchamos la música… abrimos los
ojos, y estiramos nuestros brazos. Cuando terminamos de realizar la relajación
comentamos cómo nos sentimos y hacemos la oración que elijamos para hoy.
Siéntate o túmbate cómodo con
los ojos cerrados. Respira de forma natural, fijándote en las sensaciones que
experimentas al inspirar y al espirar.
Observa dónde
sientes la respiración con más fuerza. ¿sientes la entrada y salida del aire
por debajo de la nariz? ¿Sientes el movimiento ascendente y descendente del
ombligo? ¿Sientes cómo se llenan de aire los pulmones?
Ahora trata
de centrar la atención en la inspiración. Inspira profundamente y pronuncia
mentalmente la palaba “dentro” cada vez que inspires. Repítelo unas cuantas
veces.
Cuando
terminamos de realizar la relajación comentamos cómo nos sentimos y hacemos la
oración que elijamos para hoy.
LECTURA: EL BUEN PASTOR (cf. Jn. 10, 27 - 30)
Jesús hablaba a las personas con imágenes que les ayudaban a entender. Usaba imágenes del campo, de las cosechas, del tiempo… Una de las que más gustaba a la gente era la que tenía que ver con el ganado, porque eso lo entendían todos. Como un día que les dijo: «¿Sabéis una cosa? Yo soy como un pastor. A mucha gente, cuando ve un rebaño, le parecen iguales todas las ovejas. Pero el pastor distingue a cada una. Además, el pastor habla con una voz que las ovejas ya conocen, y por eso confían en él y lo siguen. Él cuida de ellas. Pues yo cuido por igual de cada persona. Porque a mí, mi Padre Dios me ha encargado cuidar de cada persona. Y el Padre y yo queremos lo mismo. Que todos estén bien».
CUENTO: ¡TE LO HE
DICHO 100 VECES!
Tú nos regalas las cosas
bonitas y bellas
de la creación.
Por las flores que alegran el campo,
por la lluvia que cae de lo alto,
por el sol que calienta en verano
¡Gracias Padre Dios!
ORACIÓN
En este mes de mayo,
te dedicamos
el esfuerzo de nuestro trabajo,
la alegría de nuestros juegos,
nuestras sonrisas y
y un beso de amigos.