Semana del 16 al 20 de junio

 

¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?

 

Proponemos que, en algún momento de la semana, antes del comienzo de la oración de la mañana y con el objetivo de trabajar la interioridad, realicemos estas dos propuestas:

 

La primera es realizar una relajación. Mientras lo hacemos podemos poner música tranquila de fondo:


Nos sentamos con la espalda recta, la cabeza erguida y los pies apoyados sobre el suelo. Colocamos las manos sobre los muslos o la mesa… Cerramos los ojos y respiramos despacio, con calma…  Escuchamos tranquilos la música… Respiramos profundamente mientras notamos el aire que entra y sale por nuestra nariz.

Soltamos el aire de modo lento y silencioso. Cada vez, nuestra respiración va siendo más tranquila y prolongada. (Realizar varias espiraciones de este modo).

Ahora, también al tomar el aire lo hacemos despacio y en silencio. Nuestra inspiración se va volviendo cada vez más calmada. Nuestra respiración apenas se nota.... Es tan lenta, que cualquiera que pasara a tu lado pensaría que no respiras. Seguimos respirando así…

Colocamos los brazos cruzados sobre la mesa, como si fueran una almohada; apoyamos nuestra cabeza sobre ellos y reposamos… No es para que te quedes dormido... sino para sentir tu respiración suave, lenta, silenciosa.

De vez en cuando indicaremos que hay que inspirar profundamente… Después volvemos a respirar de modo silencioso, casi sin que se note, para regresar a la calma, al reposo y al bienestar. Como si de un despertar se tratara, estirar los brazos... abrir los ojos. Cuando terminamos de realizar la relajación comentamos cómo nos sentimos y hacemos la oración que elijamos para hoy.

 



En segundo lugar, proponemos una técnica de respiración consciente:  Podemos poner música tranquila mientras llevamos a cabo esta relajación.

Nos colocamos sentados, con la espalda recta, los pies apoyados en el suelo y las manos sobre la mesa o los muslos. Cerramos los ojos y respiramos profundamente… Sentimos cómo nuestra respiración se va haciendo cada vez más tranquila… Nos concentramos sólo en nuestra respiración… Seguimos inspirando lentamente… espirando lentamente…

Vamos a realizar algunos movimientos que van a acompañar a nuestra espiración:

Inspiramos con la vista al frente sin movimiento…  Al espirar, bajamos la cabeza hasta que la barbilla toque el pecho, mirando hacia el ombligo.

 Al inspirar, levantamos la cabeza hasta que mire al frente… Al espirar, movemos la cabeza hacia atrás, la mirada se eleva hacia el techo y mantenemos los hombros relajados.

Al inspirar, movemos la cabeza hasta que mire al frente…

Repetimos el proceso varias veces. Recordaremos que solo debe moverse la cabeza. Los hombros y la cintura permanecen inmóviles.

Una vez repetido, sigue respirando profundamente mientras escuchas la música… Poco a poco abre los ojos, siéntate, estira los brazos…

Cuando terminamos de realizar la relajación comentamos cómo nos sentimos y hacemos la oración que elijamos para hoy.

 

  

LECTURA: PARÁBOLA DEL TESORO ESCONDIDO (cf. Mt. 13, 44)

El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo. Un hombre lo encuentra, lo esconde de nuevo; y, muy contento por ello, va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo para poder tener siempre ese tesoro. Ese tesoro es el amor de Dios.

 


 

  

CUENTO: THE OLIVE BRANCH: COLD

Es una historia de animación en la que se descubre que la clave no está en discutir o ser egoístas, sino en la ayuda mutua.

 


  

 


ORACIÓN

Jesús nos dice

que Dios nos ama,

que él nos ama.

Nos dice:

 Amaos vosotros

como yo os amé.

 

  

 

CANCIÓN: YO LE ALABO DE CORAZÓN



 

 

ORACIÓN

Jesús, en este día

te queremos pedir

por todos los niños del mundo.

Que todos puedan crecer

en el amor de una familia.