Semana del 23 al 27 de junio de 2025

 

¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?

Proponemos que, en algún momento de la semana, antes del comienzo de la oración de la mañana y con el objetivo de trabajar la interioridad, trabajemos esta relajación. Podemos poner música tranquila mientras la llevamos a cabo:



Nos sentamos... Es bueno tener la espalda recta, la cabeza erguida, colocar las piernas paralelas y los pies apoyados en el suelo. Colocamos las manos cruzadas sobre el pecho. Relajamos los hombros, la cara… Cerramos los ojos y respiramos profundamente… Sentimos cómo entra el aire al inspirar y como sale al espirar…

Percibimos los sonidos lejanos que llegan desde la calle… Intentamos percibir otros más cercanos, del pasillo… de otras clases… Permanecemos unos instantes escuchando.

Dejamos de lado los sonidos y centramos la atención en el aire fresquito entra por la nariz en cada inspiración.

Nos damos cuenta de que la respiración cada vez es más lenta. Ponemos nuestra atención en las manos, que están sobre el pecho… Intentamos notar las palpitaciones del corazón.

Después, permanecemos inspirando y espirando durante algunos segundos.

Cuando terminamos de realizar la relajación comentamos cómo nos sentimos y hacemos la oración que elijamos para hoy.

 


  

 

 

LECTURA: COMPARTIRSE (cf. Lc. 9, 11b-17)

Un día que Jesús estaba rodeado de mucha gente, les contó cosas sobre el Reino de Dios, y curó a los que estaban enfermos. Ya se hacía de noche, y uno de sus amigos vino y le dijo: «Oye, que va a ser hora de cenar. Dile a la gente que se vaya ya ¿no? que aquí no hay nada de comer». Jesús le dijo: «Dadles vosotros de comer». Se le quedó mirando con una cara.... y le enseñó una cesta que traía. Le dijo: «Jesús, pero es que solo tenemos cinco panes y dos peces que son para cenar nosotros. ¿Qué hacemos? ¿Dónde podemos comprar comida para tanta gente?» Porque había más de cinco mil personas. Jesús les dijo: «Decid a la gente que se sienten en grupos». Lo hicieron así. Entonces Jesús tomó los panes y los peces, invocó a Dios y luego empezó a partir la comida. Y cuanto más partía, parecía que nunca se acababa. Dio de comer a todos. E incluso sobraron doce cestos llenos de panes y peces.



 

 CUENTO: LA INCREÍBLE HISTORIA DEL PUNTITO CHIMPÚN



 


ORACIÓN

Damos gracias por el largo

camino que hemos hecho

durante este curso.

¡Nos lo hemos pasado muy bien!

 

Recordamos las cosas bonitas que hemos hecho

(dejamos que los niños expresen lo que recuerden

de estos meses de curso) y decimos GRACIAS JESÚS.

 

 

 

CANCIÓN: ESTA LUCECITA