Semana del 15 al 19 de septiembre de 2025
¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?
Proponemos realizar estas
actividades en algún momento de la semana, antes del comienzo de la oración de
la mañana.
Primera propuesta: El viaje en
globo
Esta semana comenzamos con una
visualización que nos ayudará a sentirnos libres y felices. Podemos poner
música suave de fondo:
Nos tumbamos cómodamente en el
suelo... Cerramos los ojos y respiramos despacio, con calma... Escuchamos
tranquilos la música... Imagina que estás subiendo a un globo aerostático de
colores... Puede ser del color que más te guste... Subes a la cesta del globo
con cuidado... El globo empieza a subir muy despacio hacia el cielo... Subes y
subes... Desde arriba puedes ver tu colegio, tu casa, los parques... Todo se ve
muy pequeñito desde aquí arriba... El viento mueve suavemente el globo... Te
sientes muy tranquilo flotando en el cielo... Ves las nubes blancas muy
cerca... Algunas tienen formas divertidas... Ves una nube que parece un
perro... Otra que parece un helado... El sol te calienta suavemente...
Respiras el aire limpio del
cielo... Te sientes libre como un pájaro... El globo te lleva por un paseo
tranquilo... Después de un rato, el globo baja despacio hasta llegar al
suelo... Has tenido un viaje maravilloso...
Lentamente abrimos los ojos... Nos
sentamos despacio y estiramos nuestros brazos...
Segunda propuesta: Técnica de la
hormiguita trabajadora
La segunda propuesta nos ayuda a
tomar conciencia de nuestros músculos, en concreto de las manos y los dedos.
Nos sentamos cómodamente... Vamos
a imaginar que nuestras manos son hormiguitas muy trabajadoras... Las
hormiguitas mueven mucho sus patitas cuando trabajan...
Primero, movemos todos nuestros
dedos como si fueran las patitas de las hormigas... Arriba y abajo, muy
rápido... Las hormiguitas trabajan mucho... Ahora las hormiguitas están
cansadas... Cerramos las manos muy fuerte como si estuviéramos cargando algo muy
pesado... Las hormiguitas hacen mucha fuerza... Aprieta, aprieta, aprieta...
Ahora las hormiguitas han
terminado su trabajo y descansan... Abren las manos y las dejan relajadas sobre
las piernas... ¡Qué bien descansan las hormiguitas después de trabajar! Sus
patitas están sueltas y relajadas...
Repetimos dos veces más:
trabajamos fuerte, muy fuerte... y ahora descansamos... Las manos están
tranquilas y relajadas...
LECTURA: PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO (cf. Lc. 15, 11-32)
Jesús, un día, para explicarles cómo nos quiere papá Dios, les contó esta historia:
«Un hombre tenía dos hijos. El más pequeño le dijo: Papá, quiero que me des ya todo el dinero que me toca para irme. El padre se lo dio. El hijo se marchó y después se olvidó de su padre y de su hermano. No llamaba a casa, ni respondía al teléfono cuando intentaban contactar con él. Se fue gastando todo el dinero en fiestas y caprichos.
Entonces el hijo se dio cuenta de que se le había
acabado el dinero. Los amigos le dieron la espalda y tuvo que buscar algún
trabajo. Pero solo encontró alimentando cerdos en una granja. Y pasaba tanta
hambre que comía hasta las bellotas de los cerdos. Entonces se acordó de la
casa de su padre, y pensó: ‘Voy a volver, y voy a decirle que me he equivocado,
que me acepte como un trabajador más…’
Y volvió. Su padre todos los días miraba a la calle,
con la esperanza de que apareciese. Y en cuanto lo vio a lo lejos, echó a
correr y lo abrazó. El hijo ni siquiera pudo decir lo que tenía preparado,
porque el padre le hizo entrar en la casa, volver a su habitación, y preparó
una fiesta para él.
Cuando el otro hermano llegó a casa y se enteró, se
enfadó mucho y no quería entrar. Entonces el padre salió y le dijo ‘¿No te
alegras de que haya vuelto tu hermano?’ Pero él estaba molesto, y se lo dijo:
‘Mira, papá. Yo me he quedado contigo, siempre, y nunca me has hecho una
fiesta. Y ahora que llega ese y fíjate qué bien lo tratas’. El padre le
contestó: ‘Yo te quiero muchísimo, os quiero muchísimo a los dos; solo que no
te has dado cuenta… Alégrate por tu hermano, hombre, porque estaba perdido, y
lo hemos encontrado’».
CANCIÓN: LA SEÑAL DE LA CRUZ
Papá Dios.
Te damos gracias
porque podemos ayudarnos,
perdonarnos,
querernos,
como si fuéramos
hermanos
y formáramos
una gran familia.
CUENTO: LA VACA QUE SE SUBIÓ A UN ÁRBOL
Jesús,
tú me conoces:
si me canso o si estoy triste,
tú lo ves.
Si hago caso de lo que dices,
tú lo sabes.
Todo lo conoces en mí.