Semana del 13 al 17 de octubre de 2025
¡Buenos días! Antes de comenzar la oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional... ¿Cómo te sientes hoy?
Proponemos
realizar estas actividades en algún momento de la semana, antes del comienzo de
la oración de la mañana.
Primera
propuesta: Técnica de la estrella brillante
Esta actividad nos ayuda a trabajar la extensión y relajación de brazos y piernas. Música de fondo:
Nos
tumbamos en el suelo... Vamos a imaginar que somos una estrella brillante en el
cielo nocturno... Las estrellas tienen cinco puntas que brillan mucho...
Nuestros brazos y piernas son las puntas de la estrella... Para brillar mucho,
las estrellas estiran todas sus puntas lo más que pueden...
Estira
los brazos hacia arriba muy fuerte... Estira las piernas muy fuerte... Abre los
dedos de las manos... Abre los dedos de los pies... Estira todo lo que
puedas... La estrella brilla mucho cuando está estirada... Mantén la
posición... ¡Brillas como una estrella!
Ahora
es de día y la estrella descansa... Baja los brazos al suelo... Relaja las
piernas... Relaja todo el cuerpo... La estrella está tranquila... Sus puntas
descansan...
Otra
vez es de noche... ¡La estrella brilla de nuevo! Estira brazos y piernas muy
fuerte... Brilla, brilla, brilla... Y de nuevo es de día... Descansa...
Repetimos
dos veces más... Al final, la estrella se queda dormida relajada... Respiramos
tranquilos...
Segunda propuesta: El río de la calma
La
segunda actividad es una técnica de respiración y visualización. Nos sentamos
cómodamente... Cerramos los ojos... Vamos a imaginar un río muy especial... Este
río no lleva agua... Lleva calma... Es un río de tranquilidad que pasa por
nuestro cuerpo... Entra por nuestra cabeza y baja despacio... Respiramos
despacio y el río de calma entra por la cabeza... Sentimos cómo la calma llega
a nuestros ojos... Los ojos se relajan... La calma llega a las mejillas... Se
relajan... La calma llega a la boca... Se relaja...
Seguimos
respirando... El río de calma baja por el cuello... Por los hombros... Por los
brazos... Todo se relaja cuando el río pasa... El río sigue bajando... Llega al
pecho... Al corazón... El corazón late tranquilo... Llega a la barriga... La
barriga se relaja... El río termina su viaje llegando a las piernas... A los
pies... Todo nuestro cuerpo está relajado porque el río de calma ha pasado por
él... Respiramos tranquilos... Sentimos todo el cuerpo relajado... Abrimos los
ojos despacio...
LECTURA: JESÚS SANA A DIEZ LEPROSOS (cf. Lc.17, 11-19)
Un día Jesús caminaba hacia Jerusalén. Iba a entrar en un pueblo y se acercaron diez leprosos. Los leprosos en Israel tenían prohibido acercarse a los sanos, por si los contagiaban. Por eso, se detuvieron lejos y gritaban fuerte, para que Jesús los oyera: «Ayúdanos», «Ten compasión de nosotros». Jesús, también de lejos, les dijo: «Id a ver a los sacerdotes del templo».
Ellos se marcharon y, cuando iban de camino, se dieron cuenta de que habían desaparecido las manchas de la lepra y que estaban curados. Se pusieron contentísimos, a gritar, reír, abrazarse. Todos se fueron corriendo a sus casas. Menos uno, que dio la vuelta y volvió a buscar a Jesús, y en cuanto lo vio cayó de rodillas y se abrazó a sus piernas, para darle las gracias.
Cuando Jesús lo
vio, dijo: «¿Y los demás? ¿No han tenido ni tiempo para dar las gracias?»
Entonces se agachó hacia el que había vuelto, que era un samaritano (los judíos
despreciaban a los samaritanos, porque decían que no cumplían la ley) y
comentó: «Este extranjero es el único que ha entendido de verdad». Y le dijo:
«Levántate y vete, que tu fe te ha salvado».
EXPLICACIÓN
Sed siempre
agradecidos. Incluso hasta parecer pesados. La palabra “gracias", debéis
pronunciarla siempre que os salga del corazón, por todo lo que recibimos a
diario. Hoy el evangelio nos presenta una escena de desagradecidos... Solo un
leproso de diez que fueron curados por Jesús, volvió para darle gracias. Los
otros nueve, ¿dónde están? - dijo Jesús extrañado.
CANCIÓN:
SOMOS MISIONEROS
Jesús, enséñame
a pensar en los
demás.
Enséñame a compartir
lo que soy y lo que
tengo.
Que no me guarde mis
cosas
sino que aprenda a
compartir
para que todos
puedan disfrutar.
CUENTO: PAPÁ, POR FAVOR, CONSÍGUEME LA LUNA
Jesús,
enséñame a ser generoso.
Cambia mi corazón
y enséñame
a compartir lo que tengo,
porque si damos
y compartimos
nos parecemos más a ti.