Semana del 3 al 7 de noviembre de 2025
¡Buenos días! Antes de comenzar la
oración de la mañana, es buen momento para situarse en el medidor emocional...
¿Cómo te sientes hoy?
Proponemos
realizar estas actividades en algún momento de la semana, antes del comienzo de
la oración de la mañana.
Primera
propuesta: El león valiente y tranquilo
Esta técnica trabaja la tensión y relajación facial. Música de fondo:
Nos
sentamos cómodamente... Vamos a imaginar que somos leones muy valientes pero
también muy tranquilos...
Los
leones, cuando quieren mostrar que son fuertes, abren mucho la boca y sacan la
lengua... Rugen muy fuerte... Vamos a hacer como los leones... Abrimos mucho la
boca... Sacamos la lengua... Arrugamos toda la cara... ¡ROAAARRR! ¡Somos leones
fuertes!
Ahora
el león está cansado de rugir... Cierra la boca... Relaja toda la cara... Los
leones también saben estar tranquilos... Su cara está relajada... Sus ojos
cerrados... Están en paz...
Otra
vez el león quiere rugir... Abre mucho la boca... Saca la lengua... Arruga la
frente... Los ojos... Las mejillas... ¡ROAAARRR! ¡Somos leones valientes!
Y
otra vez el león se tranquiliza... Cierra la boca suavemente... Relaja todos
los músculos de la cara... La frente lisa... Los ojos relajados... Las mejillas
suaves... El león valiente también sabe estar en calma...
Repetimos
una vez más... Al final, somos leones valientes pero muy tranquilos... Nuestra
cara está relajada y en paz...
Segunda propuesta: El barco en el mar tranquilo
Esta
actividad combina movimiento suave con respiración.
Nos
sentamos en el suelo... Vamos a imaginar que somos un barco navegando en un mar
muy tranquilo... Los barcos se mueven suavemente con las olas... Nos
balanceamos hacia la derecha... Hacia la izquierda... Muy despacio... Como si
fuéramos un barco en el agua...
Cuando
nos balanceamos hacia la derecha, cogemos aire... Cuando nos balanceamos hacia
la izquierda, soltamos aire... Derecha-cogemos aire... Izquierda-soltamos
aire... El mar está muy tranquilo... No hay olas grandes... Solo pequeñitas
ondas que mecen nuestro barco... Nos sentimos seguros navegando... El balanceo
nos relaja... El viento sopla suavemente en nuestras velas... Respiramos el
aire fresco del mar... Seguimos balanceándonos... Derecha... izquierda...
Derecha... izquierda... Al final, nuestro barco llega al puerto... Dejamos de
balancearnos... Estamos quietos y tranquilos... Ha sido un viaje muy
relajante...
LECTURA: JESÚS Y ZAQUEO (cf. Lc. 19, 1-10)
Un día Jesús entró en la ciudad de Jericó. Uno de los hombres más ricos de la ciudad se llamaba Zaqueo. Todos lo despreciaban, porque se había hecho rico cobrando los impuestos y trabajando para los romanos, así que no tenía muchos amigos. Cuando oyó que venía Jesús, Zaqueo quiso conocerle. Pero no conseguía llegar hasta él, porque era muy bajito y nadie le dejaba pasar. Entonces se subió a un árbol.
Al llegar Jesús,
miró hacia arriba y saludó a Zaqueo: «Hola amigo, baja de ahí, y si me invitas,
hoy me quedaré en tu casa». Zaqueo se quedó alucinado, y muy contento. Bajó y
se fue corriendo a prepararlo todo. Estaba emocionado porque Jesús no le hubiera
rechazado. Había gente que estaba enfadadísima porque Jesús hubiera elegido la
casa de Zaqueo en lugar de la de alguno de los que se consideraban cumplidores
de la ley. Durante la comida estuvieron charlando todo el tiempo. Jesús le
hablaba de las cosas que hablaba siempre: del amor, de las bienaventuranzas, de
la justicia... Y al escucharle, Zaqueo se puso en pie, y dijo: «Mira, Jesús, me
has convencido. La mitad de mis bienes se las daré a los pobres, y si he hecho
daño a alguien, le compensaré». Jesús le dijo: «Cuánto me alegro. Todos podemos
cambiar. Yo he venido a buscar a los que estaban perdidos».
Esto lo decía
para que lo oyesen los que estaban molestos porque hubiera ido a comer a casa
de Zaqueo.
Te pedimos Jesús 
que nos enseñes 
a compartir todo 
con nuestros compañeros 
y familiares. 
Y que siempre seamos tus amigos.
CUENTO:  SI YO FUERA UN GATO



